En 1760, en el Gobierno del Alcalde Mayor Don Juan Bermudez de Castro se ordenó la colocación de seis faroles en los alrededores de la Iglesia San Isidoro, atendidas y pagadas por el Gobierno local.

Un esclavo propiedad del Alcalde Mayor, los encendía a las 6 de la tarde en invierno y a las siete en verano.
Este fué el paso inicial para crear el alumbrado público de Holguin.
El Farolero llegó a ser una estampa típica del Holguin viejo.
En MIL novecientos diez, al advenir la luz eléctrica, perdimos el último de nuestros faroleros, al Sr. Emilio Alonso, poniendose broche o cierre a una construmbre tres veces centenaria.