Para 1888 el Ayuntamiento se propuso la rotulación de las calles, plazas e inmuebles de la ciudad (desde 1855 lo habia aprobado) y gestionaba las placas de esmalte azul prusia con la numeración e inscripción en blanco - se necesitaban 2119 placas, pero el presupuesto no fue aprobado hasta 1894.

Calle Morales Lemus antes de ser asfaltada
Igualmente se propuso la adquisición de sillas plegables de hierro iguales a las del Paseo Isabel II en la Habana y 24 farolas modernas y circulares con depositos para el petroleo que colocaría en las calles y plazas principales de la ciudad, todo lo cual sería adquirido en los Estados Unidos de Norteamerica via Gibara, objetivos que fueron materializados paulatinamente ya finalizando la dominación hispana, excepto el de las sillas plegables.