
Era como una gacetilla, anunciaba el día de los baratillos de zapatos en la Granada, la ropa de verano de la Marquesita, los perfumes de la casa Betancourt, los pasteles a domicilio de La Casa Domínguez, las horchatas del cafe Marti, la proxima visita del oculista Grave de Peralta y el consabido aviso de la empresa : dentro de esta sala se prohibe masticar tutti-fruti, asi le deciamos al chicle en aquel entonces.
Tomado de notas de Juan R. Albanes Martinez