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Esta es tu bandera, si la trajiste prendida en tu corazón no la olvides. Búscale un espacio y ofrendale una flor. Concha Guerra

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Municipio de Banes en 1910. Centenario del Municipio de Banes Enero 17 del 2010

EL MUNICIPIO DE BANES EN 1910

Por Alfredo M. Dumois fragmentos de su libro “A Name, A Family and A Town” usado con permiso del autor (Traducción Walter Tamayo)


Con la investidura del Coronel Juan Vicente Cárdenas como alcalde, Banes estaba por fin libre de la autoridad ineficaz de Gibara. Por fin, los banenses podían regocijarse, porque ahora eran los dueños de su propio destino.

En la época de su fundación, el municipio cubría un área de tierra de 142,300 acres. Dentro de sus límites incluyeron a las comunidades siguientes: la ciudad de Banes, los poblados de Los Ángeles, Los Berros, Cañadón, Duruty, Flores, Mulas, Samá, Veguitas Yaguajay, Retrete y Río Seco.

La ciudad se desarrolló muy rápidamente en los años que siguieron. Muchos de los trabajos públicos necesarios eran emprendidos con un gran entusiasmo, los subsiguientes alcaldes de la ciudad intentaban aventajar a sus predecesores.

El primer gran proyecto que se terminó en 1910 fue el Parque Dominguez. Este fue construido por la iniciativa privada de Juan Manuel Dominguez-Dumois, hijo de Ursula Dumois-Gesse, con la ayuda del pueblo de Banes, en los terrenos que él donó. Este es un ejemplo excelente de lo que puede ser logrado cuando una ciudad que se une para un propósito común. 

El parque tenía cuatro árboles de “ficus” - dos en cada extremo - y una glorieta central. Con el tiempo, los árboles crecieron hasta unos treinta pies de alto; sus ramas superiores se unieron para formar un enorme pabellón verde.

Ese parque encantador era el lugar de reuniones sociales y cívicas, y de entretenimiento. Incluso después que otros parques fueran construidos, el Dominguez continúa siendo “El Parque”.

Déjenme decirles más sobre él. ¡Oh, cómo amo este parque!

Durante el día, era común ver a caminantes cansados tomar un tiempo, buscando alivio al calor del sol tropical bajo la frescura de ese verde pabellón.

El fin de semana, la banda municipal ocuparía la glorieta para tocar esas marchas de Sousa y valses de Strauss para deleitar a toda la audiencia presente. El joven (que era yo entonces) y el joven de corazón (que ahora sería yo) paseaban alrededor del parque, caballeros en una dirección, damas en la otra. Mientras que caminaban, los muchachos buscaban ansiosamente por un indicio - un cabeceo tímido, quizás - de esas muchachas especiales que tenían en sus corazones, concediéndoles el permiso de unírseles en la otra línea.

De los bancos, las chaperonas se mantenían vigilantes a las jóvenes que tenían a su cuidado. ¡Qué inocencia! No faltaba un solo sábado o domingo al parque. Pero, honradamente, deseaba solamente oír tocar a la banda.
Bueno…por supuesto, miraba a una muchacha muy agradable. De todas formas, Ofelia y yo éramos solo amigos

En 1887, cuando la Hacienda Banes fue comprada, se dividió en partes iguales entre la familia Dumois, Don Juan Cárdenas y Don Fino Pupo. La parte de Don Juan incluía todas las tierras en la cual Banes fue establecido. Pero él eligió desarrollar solamente la sección al norte de la calle principal de la ciudad. Este sector norteño estaba en la cuesta de una colina. Él guardó los terrenos llanos de la parte meridional para él. Esto fue una decisión inteligente de su parte, porque cuando él finalmente las abrió para el desarrollo, en 1910, tenían más valor. Este fue un momento crucial en el crecimiento de Banes, porque él proporcionó a la ciudad capacidades casi ilimitadas de extensión. La nueva sección de Banes fue nombrada la subdivisión “Cárdenas”.

Antes de 1926, el municipio tenía una población de 30.000 habitantes con Banes al frente con 10.000 habitantes. Cuarenta y cinco escuelas ofrecían la educación primaria solamente, mientras que tres escuelas privadas ofrecían educación primaria y una limitada educación secundaria. 

Banes tenía dos Logias Masónica, dos periódicos, una parroquia Católica, y por lo menos dos iglesias protestantes. Cinco clubs privados dominaron la escena social: el Flor Crombet, el Club Banes, la Colonia Española, el Club Jamaicano y el Club Americano.

En 1921, la comunidad comercial de unió para formar la Cámara de Comercio de Banes. La Cámara de Comercio desempeñó un papel importante en muchas de las iniciativas de la ciudad para beneficio público.

El sistema judicial en Banes incluyó ambos, criminales y civiles, con sus respectivos juzgados, teniendo también jurisdicción sobre el cercano Municipio de Antilla. Tres juzgados funcionaban en comunidades rurales.

Las buenas relaciones que existieron siempre entre la United Fruit Company y la administración de la ciudad resultaron de gran beneficio para Banes. La compañía estaba siempre dispuesta a ayudar a la ciudad de la mejor manera posible.

En esos años, no había iniciativa, pública o privada, prevista para mejorar las condiciones físicas o los valores espirituales de Banes que no vio el empuje entusiasta personal de Juan Manuel Dominguez-Dumois. En reconocimiento de sus muchas contribuciones al progreso de Banes, el Consistorio de la Ciudad develó un monumento en el parque de Dominguez.

Colaboración Walter Tamayo 
banesinforma@yahoo.com

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