DESDE MI BARCA
LOS ÚLTIMOS DÍAS EN LA VILLA BLANCA
DESDE MI BARCA,
amarrada junto a uno de los muelles de la confidente Bahía de Gibara:
la Villa Blanca de los cangrejos
Una Barca que busca llevar a Jesús hasta la otra orilla.
ABRIENDO WINDOWS (VENTANAS) A LA EVANGELIZACIÓN
Bendición e inauguración de la Biblioteca parroquial y la Sala de computación.
Y se hizo realidad el sueño. Desde los primeros días del mes de octubre, ya se puede ver a jóvenes y no tan jóvenes, esperando los horarios correspondientes para los cursos de inglés y computación en la nueva sala de la Parroquia, tan soñada y esperada. 
Aproximadamente unas 60 personas de la comunidad cristiana se están beneficiando de estos cursos de iniciación, distribuidas en varios grupos en distintos horarios de la semana. Tiempo suficiente de máquinas, consulta de programas educativos y documentos digitalizados son otras de las opciones con que cuentan los parroquianos a la hora de elevar sus conocimientos o preparar alguna actividad pastoral de la comunidad.
El local, que también acoge la Biblioteca parroquial, cuenta con algunos fondos bibliográficos que en estos momentos son enriquecidos gracias a la generosidad y el interés de quienes llevan adelante la Biblioteca Diocesana “Dr. Bernardo Fernández”.
Aproximadamente unas 60 personas de la comunidad cristiana se están beneficiando de estos cursos de iniciación, distribuidas en varios grupos en distintos horarios de la semana. Tiempo suficiente de máquinas, consulta de programas educativos y documentos digitalizados son otras de las opciones con que cuentan los parroquianos a la hora de elevar sus conocimientos o preparar alguna actividad pastoral de la comunidad.La bendición e inauguración del local tuvo lugar la noche del miércoles 7, día de Nuestra Señora del Rosario, y se destacó la importancia que tiene una iniciativa como esta para ayudar a la Parroquia en la más esencial de sus tareas: la evangelización en nuestro tiempo.
PARA SERVIR EN COMUNIÓN
Reunión de agentes de pastoral de la Zona de Gibara
Desde Velasco y Floro Pérez llegaron los dos sacerdotes párrocos, el prediácono y la comunidad de las religiosas Hijas de Jesús. En Gibara esperaban las Hermanas Lauritas y el P. Ángel Andrés. El Sr. Obispo vino con el P. Julián, sacerdote del Verbo Divino, amigo de la diócesis y colaborador en varios proyectos de formación. Estaba también de visita la Hna Isabel, de las Hijas de Jesús, pero de la comunidad que está en Bayamo.
Con el cien por cien de los convocados, el objetivo era encontrarnos todos los agentes de pastoral de la Zona Gibara con nuestro Pastor Diocesano, para recibir información, orientación y juntos compartir nuestra visión del momento en que vivimos y desempeñamos nuestra misión, así como proyectar nuestras acciones pastorales en el futuro más inmediato.
La reunión transcurrió durante toda la tarde en la casa de las Religiosas Lauritas y concluyó con una sencilla comida en familia, que dio paso a la Celebración de la Misa en memoria de la Beata Laura Montoya, fundadora de las misioneras presentes en Gibara y que llevan su nombre.
DESDE COLOMBIA HASTA GIBARA
Fiesta de la Beata Laura Montoya
El día 21 de octubre, Gibara celebra una fiesta de la comunidad. Es el día que la Iglesia ha reservado a la memoria de la Beata Laura Montoya Upegui, fundadora de las Misioneras de la Inmaculada Concepción y de Santa Catalina de Sena, más conocidas entre nosotros como Misioneras de la Madre Laura o sencillamente “Lauritas”.
Laura Montoya Upegui nació en Jericó, región de Antioquia (Colombia), el 26 de mayo de 1874.
En los inicios del Siglo XX se fue a la selva colombiana a llevar el evangelio de la dignidad de la vida a los indígenas y fue acompañada por otras valientes mujeres que, como ella, tuvieron que sortear muchos obstáculos en ese camino del cumplimiento de la voluntad de Dios, obstáculos externos y también internos, que fueron cayendo poco a poco debido a la fuerza del carisma y a la claridad de la misión.
En los inicios del Siglo XX se fue a la selva colombiana a llevar el evangelio de la dignidad de la vida a los indígenas y fue acompañada por otras valientes mujeres que, como ella, tuvieron que sortear muchos obstáculos en ese camino del cumplimiento de la voluntad de Dios, obstáculos externos y también internos, que fueron cayendo poco a poco debido a la fuerza del carisma y a la claridad de la misión.
Reconociendo la gracia de Dios en esta mujer y el regalo de poder tener entre nosotros a sus hijas, la comunidad gibareña celebró la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo Emilio Aranguren Echeverría, y concelebrada por nuestro párroco y otros sacerdotes amigos.
La lluvia repentina que nos sorprendió pocos minutos antes de la celebración no pudo retener en casa a los que, agradecidos a Dios y a las Lauritas, querían unirse a la fiesta. En palabras de nuestro párroco al final de la Misa, se confirmó esta vez lo que de modo tan hermoso se nos dice en el libro del Cantar de los Cantares, que “las aguas no podrán apagar el amor ni anegar los ríos”.
En la celebración, en la que se encontraban las Lauritas de Gibara y las de Santa Cruz del Sur (Camagüey), el Obispo resaltó la coincidencia de tres figuras de santidad en una misma semana (la semana del DOMUND), teniendo en común su relación, de una u otra forma, con Cuba y concretamente significativos para la Parroquia de Gibara: El Beato Ciriaco Sancha (beatificado el domingo 18 de octubre), la Beata Laura Montoya (con su fiesta el miércoles 21) y San Antonio María Claret (el sábado 24).
Una semana con sabor a misión y a santidad, dos conceptos inseparables para la vida de todo cristiano. Los católicos de la Villa Blanca ya sabemos lo que nos quiso decir el Señor.
EL AZÚCAR LLEGÓ HASTA EL MAR
Visitan la Villa Blanca hermanos de la Parroquia de San Germán
¡Qué hermoso es ver a los hermanos en comunión! La experiencia de catolicidad de la Iglesia no sólo se pone de manifiesto en el ámbito más amplio de diócesis y naciones, sino que, necesariamente, debe comenzar en el nivel más estrecho y más básico: el de las comunidades y parroquias.
Así lo sentimos y vivimos el sábado 24 de octubre, cuando a Gibara llegó, procedente de la Parroquia de San Germán, un alegre grupo de adolescentes, jóvenes y algún que otro adulto con un corazón de 12 años. Venían acompañados de su párroco, el P. Adonis González. En cuanto pusieron pie en tierra pudimos notar que la alegría sería el ingrediente principal de la jornada.
El encuentro comenzó con la acogida que algunos jóvenes de Gibara le dimos a nuestros hermanos sangermanenses, ofreciéndoles lo necesario para “aterrizar” después de un largo viaje atravesando la distancia geográfica que nos separa. Inmediatamente nos dirigimos todos al templo para, en una sencilla oración, darle gracias a Dios por la oportunidad que nos estaba dando y poner en sus manos las horas siguientes.
El P. Ángel Andrés dio la bienvenida a los visitantes y, después de rezar pudimos presentarnos brevemente para conocernos mejor. Una panorámica de la historia de la Parroquia y del templo sirvió de pretexto para estar un rato más disfrutando de la apacibilidad de la Casa de Dios, y descubrir también cada detalle histórico, arquitectónico o artístico del edificio.
Y nos pusimos a andar. Algunos con mochilas, otros con linternas, pero todos con mucha alegría, comenzamos a caminar junto al malecón para subir al Mirador de Los Caneyes. Después de ofrecer a nuestros invitados la más bella vista de nuestro pueblo, continuamos el camino hacia la Cueva de los Panaderos, una de las atracciones naturales más conocidas de Gibara.
No todos se atrevieron a llegar hasta el final, pero un buen grupo pudimos adentrarnos unos cuantos metros para admirar la Creación desde el subterráneo.
Saliendo de la cueva regresamos a la casa parroquial y después de una merienda… ¡a la playa! Nada como un refrescante chapuzón luego de caminar bastante, sudar y enfangarnos un poco dentro de la cueva.
Después del baño, y comer alguna cosita guardada en las mochilas, un rato de distensión, de paseo por los alrededores o de agradable conversación, hasta que el reloj marcó la hora del regreso.
No había que ser adivino para descubrir en los rostros de todos, visitantes y anfitriones, que la experiencia había sido enriquecedora. Solo nos queda decir: ¿Repetimos?
Continuara mañana Jueves dia 5.
AGRADECEMOS CUALQUIER COMENTARIO : pangelandres@obiholguin.co.cu
Continuara mañana Jueves dia 5.
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