Iras con tu visita conociendo al gibareño, y te daras cuenta de que no hay quien quiera mas a su pueblo que el gibareño; que no hay quie sea mas regionalista que el; a su Villa y a sus cosas, van estos cantos.
Raimundo Sosa le canta:
su faz por la "Pelegrina"
en el tramo que ilumina
una palma se divisa;
bate del Este la brisa
y hace la palma temblar,
mientras la luna sin par
del horizonte se aleja
y con la luz que refleja
besa las aguas del mar.
Y Luis G. Cabrera le escribio :
A LA SILLA DE GIBARA
Como un castillo amorfo se levanta
su altivo continente esta cubierto
por una vegetacion, como un amanta.
Indica al marinero la garganta
cual promocion feliz de nuestro puerto;
es una evocacio, testigo cierto,
que habla de Colon y de su planta.
Pues ella vio la flota al acercarse
a nuestras bellas playas balanceandose
sobre el manto tranquilo de sus aguas
y vio al mismo italiano bendiciendo
nuestra tierra feliz, mientras que huyendo
iban los indios sobre sus piraguas.
Colaboró con esta presentacion Ramon Antonio Perez Burton.