TRISTE SEPARACIÓN
Mi cuerpo abandonó Cuba,
allá se quedó mi alma,
por mucho que ellos trataron
no pudieron desterrarla.
Vagando por el exilio,
mi cuerpo, por él se arrastra,
a su alma bien lo atan
fuertes lazos de nostalgia.
Siguen pasando los años
por mi cuerpo y por mi alma,
dejando en ellos grabados
el sufrir de la añoranza.
Alma y cuerpo que se extrañan
como dos enamorados
que las crueles circunstancias
mantiénenles separados.
Triste experiencia que sufro
por el destino obligado,
mi cuerpo, en tierra prestada,
mi alma, en Cuba esperando.
Cástulo Gregorisch
2/20/05