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Amanecer a dos soles Texto: Eugenio Gómez Arias
Fotografía: Juan Pablo Aguilera Torralba
Holguín, 1º de enero de 2011
Inusual amanece la Loma de la Cruz , símbolo de esta ciudad, este día de año nuevo. La Pastoral Juvenil de la ciudad había convocado a los jóvenes y a cuantos quisieran participar de una celebración en este sitio emblemático de Holguín para poner la ciudad a los pies de la Virgen y encomendarle este nuevo año.
A partir de las 6:00 a.m. comenzaron a llegar los primeros a la falda de la Loma , otros estaban encargados de disponerlo todo arriba para la celebración.
Todo comenzó con una breve motivación que presentaba a María como la primera cristiana, mujer sencilla cercana y atenta a la escucha de la Palabra , luego la presentación de las comunidades presentes y comenzó el rezo del Santo Rosario mientras se ascendía por la escalinata de más de 450 escalones. Al frente iba una gran Bandera Cubana, como símbolo de nuestra nacionalidad en la cual la Virgen de la Caridad estuvo presente de los inicios, más aun, desde que se gestaba lo que sería la cubanía.
Para los que por diversas causas no podían subir, se dejó un parlante que los mantendría informados de cuanto acontecía en la parte más alta de la ciudad.
Generalmente los días de año nuevo amanecen tranquilos, silenciosos, la gente descansa del ajetreo de la noche anterior, sin embargo en medio de aquella quietud, el rezo del Rosario iba abarcando más y más espacio en la medida que se acercaban a la cima.
Paralelamente, el panel que transporta a la Imagen de la Virgen , comenzó su recorrido para llegar a La Loma , por las calles los cantos “Santa María del Camino”, “Virgen Mambisa” y otros, resultaban también inusuales a esa hora en que, si alguno continúa de fiesta, estaría escuchando música bailable.
Misa pública en “El patio del Pre Varona” Despide Holguín a la imagen Peregrina.
Texto: Eugenio Gómez Arias
Fotografía: Juan Pablo Aguilera Torralba y Eugenio Gómez García.
Holguín, 1º de enero de 2011 / Luego de recorrer las comunidades de las cinco parroquias de la ciudad, la Imagen Peregrina continuará el recorrido hacia el interior de la Diócesis. El lugar escogido para la Misa de despedida fue la Plaza “Camilo Cienfuegos”, antiguo patio del preuniversitario Enrique José Varona.
Qué mejor lugar que éste que es y fue un sitio que ha marcado la historia personal de muchas generaciones de holguineros, cuántos recuerdos pasarían por la mente de los que allí estaban, cuánta añoranza de los años de estudiantes, cuántos amores nacieron allí en las clases de Educación Física o en los juegos escolares.
Cuántos de los que hoy tenemos más de treinta años pasamos por allí. Es como para cantarle a la Virgen : “Hoy he vuelto Madre a recordar…”,
Desde la media mañana la plaza era un ir venir de los que tenían a su cargo el acondicionamiento del lugar, mucho sol pero también muchos deseos de disponerlo todo con la dignidad que merecía.
Pasadas las cuatro de la tarde llegó la Imagen y recorrió toda la plaza hasta llegar a la plataforma devenida en presbiterio. Muchos aplausos y gestos de cariño recibió a su paso entre el público que ya había llegado en medio de la animación a cargo del Coro de la Parroquia de Banes, que invitaba al canto y a la oración. Minutos más tarde comenzó la Misa. Una Misa por la paz en el día de Santa María Madre de Dios y con la presencia de la Imagen de la Virgen de la Caridad.
Junto a Mons. Emilio, estaba Mons. Héctor Peña, Obispo Emérito de la Diócesis y varios sacerdotes de la ciudad y de otras parroquias que vinieron para concelebrar en esta Misa que es además la Primera Misa Pública que se celebra en la ciudad en la historia de la Diócesis. Al terminar la homilía el Obispo invitó al gesto de paz y una gran bandada de palomas cruzó sobre la plaza.
Al final de la Misa , ambos Obispos impartieron la bendición colocados frente a la Imagen de la Virgen y, en procesión pasó nuevamente la Patrona para retirarse de la plaza. Al momento de partir el panel blanco un gran aplauso y gritos de ¡Viva la Virgen ! sirvieron de despedida.
Fuente: Autorizada su publicacion por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
